Comprendo
Comprendo
que los sueños se quedan atrás…
Comprendo
que puedo ser un esclavo más…
Comprendo
que puedo dejar de existir…
Comprendo
que nací para un fin…
Comprendo,
pero no quiero…
Estoy
envejeciendo y siento como se desvanece mi cuerpo en las arenas infinitas del tiempo.
Poco
a poco me empiezo a marchitar, comienzo a endurecer y de pronto no me puedo
mover.
Y mirando
mi atardecer comienzo a ver mi dulce
ayer…
Oh mi
dulce infancia…
Me
aferro a ti.
Quiero sentir ese calor que me nació al unir
nuestros cuerpos en aquellos tiempos.
Ah
que recuerdos,
Tu y
yo en aquel juego, donde desnudos explorábamos nuestros cuerpos, oh dulce sensación de confort, tan solo fui un niño que disfruto del
instinto curioso del saber… en mi niñez…
Dos
niños que deseaban sentir y experimentar,
El deseo de saber que se siente tocar tu pie.
Un juego inocente…
Sensación
de encontrar felicidad cuando nuestros cuerpos se entrelazaron en un tierno y
cálido abrazo… espero y a un puedas recordarlo.
Sé
que debo seguir…
Y
caminando, recordando veo con tristeza
el ayer…
Y brotar
en mi interior esa emoción.
Y
escucho de pronto esa voz, que estremece
todo mi interior.
Y me
dice: Sigo aquí.
Soy
el niño que solías ser…
Y no
quisiera despedirme,
Y
veo sus manitas que tocan las mías y me recuerda: no pierdas la inocencia.
Y
hoy con tristeza me doy cuenta que estoy
perdiendo la inocencia…
Disperso
y sin comprender qué me separo de mi niñez.
En
un último intento me a ferro a la dulzura del niño que fui en mi ayer,
Y siento como mengua mi infante.
Pienso
y te comento: no te quiero perder…
Me aferro a ti…
E
intento recordar esa sensación que nació
en el ayer…
Como
cuando sale el sol en el invierno y siento como su calor mengua ese frio que invade todo mi cuerpo, ese cuerpo,
con su piel que refleja el paso del ayer, tantos defectos que sin pensar mi mentalidad
se estancó en otra realidad.
Un
joven adolescente en el cuerpo de este
viejo inerte…
Y me
pongo a pensar la forma de vida actual, nos oprime al grado de no entender que desperdiciamos
la vida en un mundo de banalidad, que somos educados para ser esclavizados,
educados para ser convertidos en despojos humanos.
Y el
tiempo que no perdona el error y con un
simple movimiento todo ha sido condenado
a la extinción, es tan duro el tiempo
que ha convertido todo el universo en un gigantesco desierto.
Escapa
ante mí la juventud y se desprende con el dolor, llevándose lo mejor…
Quiero
comprender, ayúdame a entender que en la
vida existe algo mejor.
Que no
puedo comprender que todo se resuma a nacer, crecer, reproducirse y morir en el
olvido, que el tiempo es eterno y nos
desaparece en su enorme desierto… y los seres solo quedan en los recuerdos de
nuestros huesos.
Me
aferro al pensamiento de que todo es un
invento del opresor de todos nuestros tiempos, el cacique que solo ve en el
humano un esclavo.
Hoy
quiero romper esta atadura a la estructura de mi sistema que me ata y me envenena.
Hoy
deseo manumisión del pensamiento, quiero escapar de nuevo de esta realidad donde mis hermanos mueren en soledad, por no permitirse ni
siquiera pensar el que se sentirá poder volar con tanta libertad.
Hoy
quiero saborear la libertad y gozar
hasta el día en que tenga que terminar.
Quiero
abrazar mi niñez y disfrutar como un infante de la vida que se abre paso en mi
camino, me pregunto cual será mi destino.
Hoy
solo quiero tener el poder de decidir
qué hacer con libertad. Hoy deseo libertad…
Autor: Joal Galvan.
Autor: Joal Galvan.