jueves, 24 de enero de 2013

Crecer…



 Comprendo


Comprendo  que los sueños  se quedan atrás…
Comprendo que puedo ser un esclavo más…
Comprendo que puedo dejar de existir…
Comprendo que nací para un fin…
Comprendo, pero no quiero…






Estoy envejeciendo y siento como se desvanece mi cuerpo en las arenas infinitas del tiempo.
Poco a poco  me empiezo a marchitar,  comienzo a endurecer y de pronto no me puedo mover.
Y mirando mi atardecer comienzo  a ver mi dulce ayer…


Oh mi dulce infancia…
Me aferro a ti.
Quiero  sentir ese calor que me nació al unir nuestros cuerpos en aquellos tiempos.
Ah que recuerdos, 
Tu y yo en aquel juego, donde desnudos explorábamos nuestros cuerpos,  oh dulce sensación de confort,  tan solo fui un niño que disfruto del instinto curioso del saber… en mi niñez…
Dos niños que deseaban sentir y experimentar,

El deseo de saber que se siente  tocar tu pie.
Un  juego inocente…
Sensación de encontrar felicidad cuando nuestros cuerpos se entrelazaron en un tierno y cálido abrazo… espero y a un puedas recordarlo.

Sé que debo seguir…

Y caminando, recordando  veo con tristeza el  ayer…
Y brotar en mi interior esa emoción. 
Y escucho  de pronto esa voz, que estremece todo mi interior.
Y me dice: Sigo  aquí.
Soy el niño  que solías ser…
Y no quisiera despedirme,
Y veo sus manitas que tocan las mías y me recuerda: no pierdas la inocencia.
Y hoy  con tristeza me doy cuenta que estoy perdiendo  la inocencia…
Disperso y sin comprender qué me separo de mi niñez.
En un último intento me a ferro a la dulzura del niño que fui en mi ayer,  

Y siento como mengua mi infante.
Pienso y te comento: no  te quiero perder… 

Me aferro a ti…
E intento  recordar esa sensación que nació en el ayer…
Como cuando sale el sol en el invierno y siento como su calor mengua  ese frio que invade todo mi cuerpo, ese cuerpo, con su piel que refleja  el paso del  ayer, tantos defectos que sin pensar mi mentalidad se estancó en otra realidad.  
Un joven  adolescente en el cuerpo de este viejo inerte…
Y me pongo a pensar la forma de vida actual,  nos oprime al grado de no entender que desperdiciamos la vida en un mundo de banalidad, que somos educados para ser esclavizados, educados para ser convertidos en despojos humanos.
Y el  tiempo que no perdona el error y con un simple movimiento todo  ha sido condenado a la extinción,  es tan duro el tiempo que ha convertido todo el universo en un gigantesco desierto.   

Escapa ante mí la juventud y se desprende con el dolor, llevándose lo mejor…

Quiero comprender, ayúdame a entender  que en la vida existe algo mejor.
Que no puedo comprender que todo se resuma a nacer, crecer, reproducirse y morir en el olvido, que el  tiempo es eterno y nos desaparece en su enorme desierto…  y  los seres solo quedan en los recuerdos de nuestros huesos.

Me aferro  al pensamiento de que todo es un invento del opresor de todos nuestros tiempos, el cacique que solo ve en el humano un esclavo.  

Hoy quiero romper esta atadura a la estructura de mi sistema  que me ata y me envenena.
Hoy deseo manumisión del pensamiento, quiero escapar de nuevo de esta realidad  donde mis hermanos  mueren en soledad, por no permitirse ni siquiera pensar el  que se sentirá  poder volar con tanta libertad. 

Hoy quiero saborear la libertad y  gozar hasta el día en que  tenga que terminar.  



Quiero abrazar mi niñez y disfrutar como un infante de la vida que se abre paso en mi camino, me pregunto cual será mi destino.

Hoy solo quiero  tener el poder de decidir qué hacer con libertad. Hoy deseo libertad…

Autor: Joal Galvan.